
En resumidas cuentas, en este taller de 12 horas repartidas en tres días he aprendido sobre la forma de encarar un proyecto audiovisual o cinematográfico de una forma personal y creativa. Hablando un poco por encima, he comenzado a ver qué tipos de proyectos son necesarios tanto para mi persona como para el propio cine, para el mundo. He resuelto muchas dudas existenciales, a la vez creativas. Este taller exige revelarte como persona y fusionarte con el propio cine. Y es que ya en las auto-presentaciones que tuvimos el primer día, Susana marcó la línea por la que iba a dirigirse. No le valía que le comentáramos "de forma general" cuáles habían sido nuestros estudios o cuáles eran nuestros trabajos. Nos decía: "Decid qué os importa en la vida". Poco a poco fuimos entendiendo mejor el propio título del taller y aquellas palabras iniciales.
He aprendido algo que considero esencial oír en un profesor de cine: personalidad crítica y creativa para abordar temas interesantes y necesarios. Gracias a la metodología de las clases, tan personal y cercana, han sido muy bien acogidos tantos conocimientos en tan pocas horas. Desde los análisis fílmicos que hemos hecho sobre obras de cineastas como Naomi Kawase, Chantal Akerman o Andrei Tarkovsky, entre otros, repasamos difetentes puntos de vista e ideas dentro de obras creativas y personales. Además, también tuvimos la suerte de recorrer el proceso de creación del proyecto de final de curso de Susana en la EICTV. Tras emocionarnos en la proyección de su "relato frágil" titulado The Illusion, escuchamos de su boca todos los cambios, complicaciones y propuestas que hubo en su cortometraje desde la pre-producción hasta la edición. Fue un placer ver un trabajo tan profundo y, además, conocer mucho más del proceso creativo. Por último, son de loar los desafiantes ejercicios que nos ha mandado hacer Susana en este tiempo tan ajustado. Creo que nunca se nos olvidara, pues con ellos he aprendido de la vida y de cómo abordar esta con una cámara, he aprendido de lo que más me gusta a mí, la edición. Nuevas ideas para cuándo cortar, cuándo no. Cuando ni siquiera incluir un plano en pantalla (ejercicio de materiales brutos). Estas ideas son las que me parecen esenciales en una escuela de cine, que nunca encontré en la que pasé, y que me hacen anhelar aún más San Antonio de los Baños.
Desde el tiempo de espera para entrar al taller el primer día, ya que no estaba inscrito, hasta la despedida de Susana, todo parece ser una narrativa perfecta, en la que el cine pasa a ser parte de nuestras vidas. Las imágenes e ideas de los compañeros fueron también muy memorables. Viviendo en Recife, con mis ideas y mis gustos, ese taller era esencial para entender quién soy yo, qué hacer, cómo hacerlo.
Mi familia, mis seres queridos, la alocada vida en Recife, y los grandes encuentros que estoy teniendo con el cine aquí, me hacen muy feliz y hacen que este mundo sin sentido parezca que lo tenga y que mis sueños poco a poco se concreticen.